La Rus de Kiev era un estado medieval que existió en Europa del Este desde finales del siglo IX hasta mediados del siglo XIII. Su foco estaba alrededor de la ciudad de Kiev, que es ahora la capital de Ucrania.
Según cuentos históricos, la Rus de Kiev fue fundada por personaje legendario llamado Rurik, quien era un príncipe vikingo de Escandinavia. Las tribus eslavas y fínicas de la región estaban luchando para defenderse contra tribus nomádicas invasoras e invitaron a Rurik a gobernarlos. Se dice que Rurik estableció su capital en Novgorod y gradualmente expandió su control sobre territorios vecinos, incluyendo Kiev.
La dinastía de Rurik, conocida como los Rurikids, continuaron gobernando la Rus de Kiev por varios siglos. Bajo su liderazgo, la Rus de Kiev se volvió un estado poderoso y próspero, con una cultura y economía rica.
Vladimir el Grande, también conocido como Volodymyr el Grande, fue el gobernante de la Rus de Kiev, quien reinó entre 980dC a 1015dC.
Vladimir es mejor conocido por su conversión al cristianismo y la adopción siguiente del Cristianismo Ortodoxo Occidental de la Rus de Kiev. Antes de su conversión, Vladimir era un pagano y seguía una variedad de creencias tradicionales eslávicas y nórdicas. Pero empezó a buscar una nueva religión después de empezar a preocuparse sobre el estado moral y espiritual de su pueblo.
Según la Crónica Primaria, un documento escrito por monjes cristianos, Vladimir envió emisarios para estudiar las religiones más importantes de la época, incluyendo Isam, Judaísmo, Catolicismo y el Cristianismo Ortodoxo. Los emisarios informaron a Vladimir sobre las enseñanzas y prácticas de cada religión, así él pudiera considerar cual adoptar como religión oficial de la Rus de Kiev.
La crónica describe cómo Vladimir rechazó al Islam porque creía que su prohibición en contra del alcohol dañaría el bienestar de su pueblo. Supuestamente dijo, “beber es la alegría de toda Rus. No podemos existir sin este placer. Siglos después, en 1985, Mikhail Gorbachev empezó su campaña en contra del alcohol en la Unión Soviética, lo cual se volvió rápidamente muy impopular los ciudadanos quienes veían el alcohol como una tradición cultural.
Vladimir también rechazó el judaísmo porque a él no le gustaban las restricciones alimentarias en cuanto al cerdo y pensaba que la pérdida de Jerusalén y la destrucción del Templo evidenciaba que Dios había abandonado a los Judíos. También probablemente veía al judaísmo incompatible con sus retos políticos. El judaísmo era un religión relativamente pequeña e insular, lo que no ofrecía el tipo de lazos culturales y políticos que Vladimir estaba buscando.
En contraste, el Cristianismo Ortodoxo del Este estaba estrechamente legado al Imperio Bizantino, lo cual había sido una influencia cultural y política importante en la región. La iglesia Católica, durante este período, estaba involucrada en un conflicto con el Imperio Bizantino, sobre asuntos como el uso de íconos religiosos y la autoridad del papa. Eso eventualmente resultó en el gran cisma de 1054.
Los emisarios volvieron con un informe que celebraba la belleza y solemnidad de la liturgia Cristiana Bizantina, que estaba asociada con la iglesia Ortodoxa del Este. Adoptando el Cristianismo Ortodoxo del Este, Vladimir pudo reforzar sus lazos con el Imperio Bizantino y establecer todavía más su autoridad en cuanto a sus súbditos.
Vladimir también era conocido por sus campañas militares, que expandieron el territorio y la influencia de la Rus de Kiev. Derrotó a varias tribus vecinas y estableció alianzas con otras.
Hoy en día la religión ortodoxa rusa, a veces llamado Ortodoxa Oriental, es la religión predominante en Rusia y en el este de Ucrania.
La religión más importante en el oeste de Ucrania, el catolicismo griego ucraniano, a veces conocido como la iglesia católica ucraniana. Esta iglesa está en comunión completa con la iglesia católica romana, pero retiene muchas de las prácticas litúrgicas y tradiciones de la iglesia ortodoxa del Este.
El catolicismo griego ucraniano surgió a finales del siglo XVI, cuando un obispo de Kiev, Michael Ragoza, y un grupo de sus seguidores, acordaron someterse a la autoridad del Papa en Roma, pero al mismo tiempo, reteniendo sus tradiciones litúrgicas bizantinas. Con el pasar del tiempo, esta iglesia aumentó tamaño e influencia, particularmente en el oeste de Ucrania, que formaba en aquel entonces parte de la Mancomunidad polaco-lituana.
Una encuesta de 2018 indica que el 36% de los ucranios se identifican como no-religiosos o ateos, mientras el 46% se identifica como religioso. Una encuesta de 2017 encontró que alrededor del 13% de los rusos se identifican como ateos, mientras que el 72% se identifican como religiosos.
Vladimir Putin ha cultivado una relación estrecha con la Iglesia Ortodoxa Rusa. Putin es miembro de esta iglesia y ha hablado públicamente de la importancia de la iglesia en la sociedad rusa.
Bajo el mando de Putin, el gobierno de Rusia aumentó su apoyo a la Iglesia Ortodoxa Rusa, aumentando sus recursos financieros e influencia. En años recientes, la iglesia se ha vuelto más activa políticamente, con sus líderes expresando su apoyo a las políticas de Putin.
El Patriarca Kirill, el Patriarca de Moscú de la iglesia, es un aliado de Putin y ha apoyado la invasión rusa de Ucrania. Ha criticado a aquellos que se opusieron a la guerra en el pasado, y ha llamado a los rusos a congregarse alrededor del Kremlin. Ha dicho que los soldados rusos muriendo en la guerra contra Ucrania, serían perdonados por sus pecados. Ha declarado que el matrimonio entre personas del mismo sexo es una “señal del apocalipse”.
En Ucrania, la iglesia ortodoxa se ha dividido en dos grupos rivales. una de ellasha sido acusada de tener enlaces con la iglesia ortodoxa de Moscú, y la otra ha recibido el reconocimiento del Patriarca Ecuménico de Constantinopla. Muchas comunidades ortodoxas han cortado su relación la iglesia que se identifica más con Rusia, en favor de la iglesia que se identifica más con Ucrania.
El 3 de abril el Associated Press reportó que el Pavel Metropolitano, el abad del monasterio ortodoxo más venerado de Ucrania, y quien también se identifica con la Iglesia pro-rusa, fue arrestado bajo sospecha de justificar la agresión rusa, un delito criminal.
Pavel dijo a la corte que la acusación por el servicio de Seguridad de Ucrania, que él había apoyado la invasión rusa, era una afirmación motivada políticamente y que “nunca hanóa tomado el lado de los agresores”.
Pero las agencias de seguridad de Ucrania han llevado a cabo numerosas redadas de sitios sagrados de la Iglesia pro-rusa, encontrando fotos de rublos, pasaportes rusos y folletos con mensajes del patriarca Kirill de Moscú.
Después de la decisión de la corte, le pusieron a Pavel brazalete de monitoreo GPS en el tobillo. El arresto domiciliario va a durar dos meses. Más temprano durante la semana Pavel maldijo al presidente Volodymyr Zelensky, amenazándolo con la perdición.